Atrévete a cambiar, a cerrar los ojos y dejarte llevar por eso que te apasiona, que te mueve. Sin mirar atrás solo con la firme convicción de triunfar.
La sensación de esperanza da certeza de futuro y claridad.
El “empoderamiento femenino” llego para quedarse.
No se trata de ser guerrera, ni princesa, se trata de ser mujer.
¿Somos las mujeres más honestas que los hombres?