1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Un momento en mi vida en el que tuve que ser valiente y resiliente fue viendo a mi abuela enfrentar su enfermedad: fue diagnosticada con cáncer a principios de este año. Su valentía se muestra en cada consulta médica, en cada tratamiento y en cada día que, a pesar de la debilidad, decide levantarse y seguir adelante. Su resiliencia es el motor que la impulsa. A pesar de que la recuperación ha sido un camino largo y no ha terminado, ella sigue mejorando día a día. De esta experiencia he aprendido que la verdadera fuerza no está en no caer, sino en levantarse cada vez que la vida te pone a prueba. Ver a mi abuela luchar con tanta gracia y determinación me ha enseñado que la esperanza y la perseverancia son las herramientas más poderosas que tenemos para enfrentar cualquier adversidad.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
La causa social que más me apasiona es ayudar a los desvalidos en mi país, aquellos que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad y que la vida ha golpeado duramente. Mi compromiso con esta causa comenzó hace muchos años, trabajando con diferentes organizaciones hasta que decidí dar un paso más y fundar mi propia organización, a la que llamé "FundaVida". A través de "FundaVida" he podido canalizar mi pasión y la de muchos otros para recaudar fondos y ayudar a una amplia gama de causas sociales: desde perritos maltratados, abandonados, sin hogar o comida, hasta niños, niñas y adolescentes, y personas mayores en situación de calle o enfermedad. Mi compromiso es total, tanto que en momentos difíciles que ha atravesado nuestro país, como los deslaves en Mérida y Tejerías, he estado en el lugar de la tragedia ayudando a quienes perdieron sus hogares. Si tuviera el honor de ser la próxima Miss Venezuela, usaría esta plataforma no como un fin, sino como una poderosa herramienta para generar un cambio real. La corona sería el megáfono para mi voz. Primero, le daría una visibilidad nacional e internacional a "FundaVida", lo que nos permitiría expandir nuestra red de voluntarios y, sobre todo, aumentar nuestras donaciones para llegar a más rincones del país. Además, usaría mi influencia para crear alianzas estratégicas con empresas y otras fundaciones. La plataforma de Miss Venezuela me permitiría tocar puertas que, de otra manera, serían difíciles de abrir, y así podríamos unir fuerzas para impactar de manera significativa la vida de miles de venezolanos. La belleza, para mí, tiene un propósito más profundo: ser la luz que ilumina y la mano que ayuda a los que más lo necesitan.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia el Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío que he enfrentado hasta ahora en mi camino hacia el Miss Venezuela ha sido aprender a discernir las intenciones de las personas a mi alrededor. En mi ingenuidad inicial, asumía que todos los que se me acercaban querían lo mejor para mí. Sin embargo, con el tiempo, he tenido que enfrentar la dolorosa realidad de que no siempre es así. Este desafío me ha hecho crecer enormemente. Me ha convertido en una persona más perspicaz y resiliente. He aprendido que la vulnerabilidad es una fortaleza, pero también que debo proteger mi corazón y mi energía de aquellos que no tienen las mejores intenciones. Ahora entiendo que el camino al éxito no solo se trata de la disciplina y el trabajo duro, sino también de la sabiduría para navegar las relaciones personales y mantenerme fiel a mí misma, sin importar lo que otros busquen.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
He tenido la dicha de conocer rincones hermosos de Venezuela y agradezco que gracias a los valores de mi familia una de las cosas que menos me cuesta es conectar con la gente nueva que conozco, pero sinceramente uno de los rincones que siempre he querido conocer y compartir con su comunidad aledaña de los pueblos indígenas Bari puesto considero representan una de las mayores riquezas culturales de nuestro estado. Desde su artesanía, su pasión por su vida en las cuencas del río Catatumbo. Desde siempre me maravilló el fenómeno del rayo del Catatumbo me parece tan interesante las maravillas de Dios y muchos amigos y familiares han podido ir y me han contado de cómo toda la comunidad que vive allí es súper especial con mucho sentir zuliano y venezolano. Al vivir toda mi vida en la ciudad me llama mucho la atención como viven en palafitos y a pesar de carencias económicas y sociales ellos siempre están allí atentos y hospitalarios para recibir a todos los turistas que van a conocer el fenómeno del rayo Catatumbo. Algo que haría para conectarme con ellos sería aprender y estudiar de ellos para poder conversar y aprender de sus experiencias teniendo en cuenta lo que valoren más y que sea significativo los momentos que compartiríamos.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad que he presenciado y que me ha inspirado profundamente, no fue un gesto grandioso o un evento mediático, sino una serie de pequeñas acciones. Para mí, la verdadera amabilidad se encuentra en esos detalles cotidianos que a menudo pasan desapercibidos, pero que realmente marcan una diferencia en la vida de las personas. Recuerdo un día en particular en el que estaba en un momento personal muy difícil y una amiga, sin yo tener que decírselo, simplemente se acercó y me regaló un café y una conversación. No me dio consejos, no me dijo lo que tenía que hacer; solo me ofreció su presencia y su empatía. Estas 'pequeñas cosas' me han enseñado que la amabilidad más poderosa no es aquella que busca reconocimiento, sino la que surge de un corazón genuinamente bondadoso. Me ha inspirado a ser más observadora, a estar atenta a las necesidades de los demás y a ofrecer mi ayuda, mi tiempo y mi escucha, porque son esos gestos sencillos los que construyen puentes y nos recuerdan que, en este mundo, no estamos solos.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Lo que más me enorgullece de ser venezolana es, sin duda, la calidez y la resiliencia de nuestra gente. A pesar de los desafíos, somos un pueblo que no se rinde. Nuestra capacidad para sonreír en medio de la adversidad, para darnos la mano y apoyarnos unos a otros, es algo que no he visto en ningún otro lugar. Me enorgullece nuestra cultura vibrante: la música que nos hace bailar, los colores que pintan nuestros paisajes y la pasión que ponemos en todo lo que hacemos. Me enorgullece nuestra tierra, que nos regala desde las cimas andinas hasta las playas caribeñas, pero, sobre todo, me enorgullece el espíritu luchador que llevamos en la sangre, esa fuerza que nos impulsa a seguir adelante, a reconstruir y a soñar con un futuro mejor para todos. Ser venezolana significa llevar un pedazo de esa valentía y esa alegría en el corazón, sin importar dónde estemos y eso es lo más grande que puedo sentir.
7. ¿Cuál es un "fracaso" del que has aprendido una lección valiosa?
Un "fracaso" del que aprendí una de las lecciones más valiosas en mi vida fue cuando no obtuve la calificación que esperaba en un examen, a pesar de haber estudiado y dedicado meses enteros. Fue un golpe duro, porque la decepción no solo venía de la nota, sino de la frustración de sentir que todo mi esfuerzo no había servido de nada. Sin embargo, esa experiencia me hizo entender una verdad muy simple pero poderosa: hay cosas que no podemos controlar. No podemos controlar el resultado final de una situación, por mucho que nos esforcemos. Lo único que podemos controlar es nuestra actitud frente a ese fracaso. En lugar de rendirme, decidí analizar qué había fallado. Quizás mi método de estudio no era el correcto, o tal vez me estaba enfocando en las cosas equivocadas. Este fracaso me impulsó a buscar nuevas estrategias, a ser más flexible y a no quedarme estancada en la decepción. Al final, no solo logré mejorar mis calificaciones, sino que también aprendí a ser más resiliente y a entender que un fracaso no es el final del camino, sino una oportunidad para crecer y mirar siempre hacia adelante.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Si pudiera darle un consejo a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor, le diría una verdad que a mí me costó mucho entender: tu valor no lo define la opinión de los demás ni tu apariencia. Tu valor es intrínseco, nace de tu corazón, de tu mente y de tu espíritu.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más importante que he aprendido de una persona mayor en mi vida viene de mi tío, quien ha estado lidiando con el Parkinson por muchos años. Él siempre fue una persona muy activa y jovial, y verlo ahora, con las limitaciones que la enfermedad le ha impuesto, me ha enseñado una lección invaluable: la juventud es fugaz y la salud es un regalo. Esta experiencia me ha hecho darme cuenta de que a menudo damos por sentadas cosas tan simples como caminar, bailar o incluso escribir con la mano. Antes, solía postergar planes y metas, pensando que tendría todo el tiempo del mundo, pero ver a mi tío me ha hecho valorar cada día. Ahora, aplico esta lección en mi vida de una forma muy consciente. Trato de vivir el presente al máximo, aprovecho cada oportunidad para hacer las cosas que amo y cuido mi salud como mi mayor tesoro. Ya no pospongo los viajes, los encuentros con amigos o los proyectos que me ilusionan. He aprendido a disfrutar de la vida sin esperar a que sea 'el momento perfecto', porque he entendido que el momento perfecto es ahora.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
Para mí, la belleza va mucho más allá de lo físico. Es un sentimiento, una conexión profunda con algo o alguien. Veo belleza en la amabilidad genuina de una persona, en la forma en que sus ojos se iluminan al hablar de algo que les apasiona. La belleza la encuentro en la resiliencia que demostramos al superar un obstáculo, en la vulnerabilidad que nos permite ser nosotros mismos sin miedo. Para mí, la belleza también está en los pequeños detalles: la luz dorada del atardecer, el sonido de la risa de un niño, el olor a café recién hecho por la mañana. Son esos momentos que nos detienen y nos hacen sentir algo.
1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Un momento en mi vida en el que tuve que ser valiente y resiliente fue viendo a mi abuela enfrentar su enfermedad: fue diagnosticada con cáncer a principios de este año. Su valentía se muestra en cada consulta médica, en cada tratamiento y en cada día que, a pesar de la debilidad, decide levantarse y seguir adelante. Su resiliencia es el motor que la impulsa. A pesar de que la recuperación ha sido un camino largo y no ha terminado, ella sigue mejorando día a día. De esta experiencia he aprendido que la verdadera fuerza no está en no caer, sino en levantarse cada vez que la vida te pone a prueba. Ver a mi abuela luchar con tanta gracia y determinación me ha enseñado que la esperanza y la perseverancia son las herramientas más poderosas que tenemos para enfrentar cualquier adversidad.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
La causa social que más me apasiona es ayudar a los desvalidos en mi país, aquellos que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad y que la vida ha golpeado duramente. Mi compromiso con esta causa comenzó hace muchos años, trabajando con diferentes organizaciones hasta que decidí dar un paso más y fundar mi propia organización, a la que llamé "FundaVida". A través de "FundaVida" he podido canalizar mi pasión y la de muchos otros para recaudar fondos y ayudar a una amplia gama de causas sociales: desde perritos maltratados, abandonados, sin hogar o comida, hasta niños, niñas y adolescentes, y personas mayores en situación de calle o enfermedad. Mi compromiso es total, tanto que en momentos difíciles que ha atravesado nuestro país, como los deslaves en Mérida y Tejerías, he estado en el lugar de la tragedia ayudando a quienes perdieron sus hogares. Si tuviera el honor de ser la próxima Miss Venezuela, usaría esta plataforma no como un fin, sino como una poderosa herramienta para generar un cambio real. La corona sería el megáfono para mi voz. Primero, le daría una visibilidad nacional e internacional a "FundaVida", lo que nos permitiría expandir nuestra red de voluntarios y, sobre todo, aumentar nuestras donaciones para llegar a más rincones del país. Además, usaría mi influencia para crear alianzas estratégicas con empresas y otras fundaciones. La plataforma de Miss Venezuela me permitiría tocar puertas que, de otra manera, serían difíciles de abrir, y así podríamos unir fuerzas para impactar de manera significativa la vida de miles de venezolanos. La belleza, para mí, tiene un propósito más profundo: ser la luz que ilumina y la mano que ayuda a los que más lo necesitan.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia el Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío que he enfrentado hasta ahora en mi camino hacia el Miss Venezuela ha sido aprender a discernir las intenciones de las personas a mi alrededor. En mi ingenuidad inicial, asumía que todos los que se me acercaban querían lo mejor para mí. Sin embargo, con el tiempo, he tenido que enfrentar la dolorosa realidad de que no siempre es así. Este desafío me ha hecho crecer enormemente. Me ha convertido en una persona más perspicaz y resiliente. He aprendido que la vulnerabilidad es una fortaleza, pero también que debo proteger mi corazón y mi energía de aquellos que no tienen las mejores intenciones. Ahora entiendo que el camino al éxito no solo se trata de la disciplina y el trabajo duro, sino también de la sabiduría para navegar las relaciones personales y mantenerme fiel a mí misma, sin importar lo que otros busquen.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
He tenido la dicha de conocer rincones hermosos de Venezuela y agradezco que gracias a los valores de mi familia una de las cosas que menos me cuesta es conectar con la gente nueva que conozco, pero sinceramente uno de los rincones que siempre he querido conocer y compartir con su comunidad aledaña de los pueblos indígenas Bari puesto considero representan una de las mayores riquezas culturales de nuestro estado. Desde su artesanía, su pasión por su vida en las cuencas del río Catatumbo. Desde siempre me maravilló el fenómeno del rayo del Catatumbo me parece tan interesante las maravillas de Dios y muchos amigos y familiares han podido ir y me han contado de cómo toda la comunidad que vive allí es súper especial con mucho sentir zuliano y venezolano. Al vivir toda mi vida en la ciudad me llama mucho la atención como viven en palafitos y a pesar de carencias económicas y sociales ellos siempre están allí atentos y hospitalarios para recibir a todos los turistas que van a conocer el fenómeno del rayo Catatumbo. Algo que haría para conectarme con ellos sería aprender y estudiar de ellos para poder conversar y aprender de sus experiencias teniendo en cuenta lo que valoren más y que sea significativo los momentos que compartiríamos.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad que he presenciado y que me ha inspirado profundamente, no fue un gesto grandioso o un evento mediático, sino una serie de pequeñas acciones. Para mí, la verdadera amabilidad se encuentra en esos detalles cotidianos que a menudo pasan desapercibidos, pero que realmente marcan una diferencia en la vida de las personas. Recuerdo un día en particular en el que estaba en un momento personal muy difícil y una amiga, sin yo tener que decírselo, simplemente se acercó y me regaló un café y una conversación. No me dio consejos, no me dijo lo que tenía que hacer; solo me ofreció su presencia y su empatía. Estas 'pequeñas cosas' me han enseñado que la amabilidad más poderosa no es aquella que busca reconocimiento, sino la que surge de un corazón genuinamente bondadoso. Me ha inspirado a ser más observadora, a estar atenta a las necesidades de los demás y a ofrecer mi ayuda, mi tiempo y mi escucha, porque son esos gestos sencillos los que construyen puentes y nos recuerdan que, en este mundo, no estamos solos.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Lo que más me enorgullece de ser venezolana es, sin duda, la calidez y la resiliencia de nuestra gente. A pesar de los desafíos, somos un pueblo que no se rinde. Nuestra capacidad para sonreír en medio de la adversidad, para darnos la mano y apoyarnos unos a otros, es algo que no he visto en ningún otro lugar. Me enorgullece nuestra cultura vibrante: la música que nos hace bailar, los colores que pintan nuestros paisajes y la pasión que ponemos en todo lo que hacemos. Me enorgullece nuestra tierra, que nos regala desde las cimas andinas hasta las playas caribeñas, pero, sobre todo, me enorgullece el espíritu luchador que llevamos en la sangre, esa fuerza que nos impulsa a seguir adelante, a reconstruir y a soñar con un futuro mejor para todos. Ser venezolana significa llevar un pedazo de esa valentía y esa alegría en el corazón, sin importar dónde estemos y eso es lo más grande que puedo sentir.
7. ¿Cuál es un "fracaso" del que has aprendido una lección valiosa?
Un "fracaso" del que aprendí una de las lecciones más valiosas en mi vida fue cuando no obtuve la calificación que esperaba en un examen, a pesar de haber estudiado y dedicado meses enteros. Fue un golpe duro, porque la decepción no solo venía de la nota, sino de la frustración de sentir que todo mi esfuerzo no había servido de nada. Sin embargo, esa experiencia me hizo entender una verdad muy simple pero poderosa: hay cosas que no podemos controlar. No podemos controlar el resultado final de una situación, por mucho que nos esforcemos. Lo único que podemos controlar es nuestra actitud frente a ese fracaso. En lugar de rendirme, decidí analizar qué había fallado. Quizás mi método de estudio no era el correcto, o tal vez me estaba enfocando en las cosas equivocadas. Este fracaso me impulsó a buscar nuevas estrategias, a ser más flexible y a no quedarme estancada en la decepción. Al final, no solo logré mejorar mis calificaciones, sino que también aprendí a ser más resiliente y a entender que un fracaso no es el final del camino, sino una oportunidad para crecer y mirar siempre hacia adelante.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Si pudiera darle un consejo a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor, le diría una verdad que a mí me costó mucho entender: tu valor no lo define la opinión de los demás ni tu apariencia. Tu valor es intrínseco, nace de tu corazón, de tu mente y de tu espíritu.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más importante que he aprendido de una persona mayor en mi vida viene de mi tío, quien ha estado lidiando con el Parkinson por muchos años. Él siempre fue una persona muy activa y jovial, y verlo ahora, con las limitaciones que la enfermedad le ha impuesto, me ha enseñado una lección invaluable: la juventud es fugaz y la salud es un regalo. Esta experiencia me ha hecho darme cuenta de que a menudo damos por sentadas cosas tan simples como caminar, bailar o incluso escribir con la mano. Antes, solía postergar planes y metas, pensando que tendría todo el tiempo del mundo, pero ver a mi tío me ha hecho valorar cada día. Ahora, aplico esta lección en mi vida de una forma muy consciente. Trato de vivir el presente al máximo, aprovecho cada oportunidad para hacer las cosas que amo y cuido mi salud como mi mayor tesoro. Ya no pospongo los viajes, los encuentros con amigos o los proyectos que me ilusionan. He aprendido a disfrutar de la vida sin esperar a que sea 'el momento perfecto', porque he entendido que el momento perfecto es ahora.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
Para mí, la belleza va mucho más allá de lo físico. Es un sentimiento, una conexión profunda con algo o alguien. Veo belleza en la amabilidad genuina de una persona, en la forma en que sus ojos se iluminan al hablar de algo que les apasiona. La belleza la encuentro en la resiliencia que demostramos al superar un obstáculo, en la vulnerabilidad que nos permite ser nosotros mismos sin miedo. Para mí, la belleza también está en los pequeños detalles: la luz dorada del atardecer, el sonido de la risa de un niño, el olor a café recién hecho por la mañana. Son esos momentos que nos detienen y nos hacen sentir algo.