1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Durante la pandemia sufrí COVID y llegué a complicarme más de lo que imaginaba. Fue un momento de miedo e incertidumbre, pero también de fe y valentía. Aprendí que la vida es frágil y que cada día cuenta. Esa experiencia me enseñó a valorar la salud, a ser agradecida y a convertirme en una voz de motivación para quienes atraviesan momentos difíciles porque siempre hay esperanza mientras exista vida.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
Me apasiona la salud infantil y la educación en bienestar integral. Como candidata quiero usar esta plataforma para impulsar campañas de prevención y cuidado desde temprana edad. A través de mi fundación UNIVEN, también deseo trabajar con niños en situación de vulnerabilidad, en especial los sordos, promoviendo inclusión y oportunidades. Creo que un país sano y justo se construye desde la niñez, y la corona de Miss Venezuela es una voz poderosa para hacerlo realidad.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío ha sido creer en mí misma en un mundo que muchas veces duda de las mujeres que tienen múltiples facetas. Soy estudiante de medicina, farmacéutica y ahora candidata oficial al Miss Venezuela. Aprendí que los límites no existen cuando se tiene disciplina y propósito, y que el verdadero crecimiento llega cuando conviertes las dudas en impulso para seguir adelante.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
Viajaría a comunidades indígenas, especialmente al pueblo Wayú en La Guajira porque representan la raíz viva de nuestra identidad. Conectaría con su cultura aprendiendo de sus tradiciones, de su lengua, de su visión de la vida y de la naturaleza. Creo que entender nuestras raíces es la forma más poderosa de valorar quiénes somos como nación.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad lo he presenciado en los niños. Ellos, con su inocencia y pureza, son capaces de dar lo poco que tienen sin esperar nada a cambio un dibujo, una sonrisa, un abrazo sincero. Esa generosidad tan auténtica me ha inspirado a entender que la bondad más grande está en lo simple y que la verdadera riqueza no se mide en lo material, sino en la capacidad de compartir desde el corazón.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Me enorgullece ser venezolana porque nuestras mujeres representan fuerza, resiliencia y alegría en cualquier rincón del mundo. También me llena de orgullo mi tierra, el estado Falcón, un estado lleno de historia, de belleza natural y de gente trabajadora. Llevar mis raíces conmigo es un recordatorio de que Venezuela brilla a donde quiera que vayamos.
7. ¿De qué "fracaso" has aprendido una lección valiosa?
Un fracaso del que aprendí mucho fue cuando en mi camino académico no logré un objetivo que me había propuesto con gran esfuerzo. En ese momento sentí frustración, pero entendí que los fracasos no son derrotas, sino lecciones. Aprendí a ser más paciente, a confiar en el proceso y a transformar la caída en motivación para levantarme más fuerte. Hoy sé que cada tropiezo me acerca más a la mejor versión de mí misma.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Le diría que su valor no depende de lo que otros opinen, sino de lo que ella es en esencia. Que no hay mayor belleza que la autenticidad y que cada cicatriz, cada caída y cada victoria forman parte de la mujer maravillosa que puede llegar a ser. Todas tenemos un propósito único y especial: descubrirlo es la clave para brillar.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más importante me la dio mi madre: la fe y la disciplina son la base de cualquier sueño. Ella me enseñó a nunca rendirme y a confiar en que todo esfuerzo tiene su recompensa. Hoy aplico esa enseñanza en cada meta que me propongo, desde mis estudios hasta este sueño de ser Miss Venezuela.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
Para mí la belleza es esencia, es propósito y es la forma en la que impactamos en la vida de los demás. La verdadera belleza no está en lo que se ve, sino en lo que se transmite, en una sonrisa que da esperanza, en una palabra, que motiva, en un acto de amor que cambia una vida. Esa es la belleza que quiero llevar conmigo al Miss Venezuela.
1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Durante la pandemia sufrí COVID y llegué a complicarme más de lo que imaginaba. Fue un momento de miedo e incertidumbre, pero también de fe y valentía. Aprendí que la vida es frágil y que cada día cuenta. Esa experiencia me enseñó a valorar la salud, a ser agradecida y a convertirme en una voz de motivación para quienes atraviesan momentos difíciles porque siempre hay esperanza mientras exista vida.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
Me apasiona la salud infantil y la educación en bienestar integral. Como candidata quiero usar esta plataforma para impulsar campañas de prevención y cuidado desde temprana edad. A través de mi fundación UNIVEN, también deseo trabajar con niños en situación de vulnerabilidad, en especial los sordos, promoviendo inclusión y oportunidades. Creo que un país sano y justo se construye desde la niñez, y la corona de Miss Venezuela es una voz poderosa para hacerlo realidad.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío ha sido creer en mí misma en un mundo que muchas veces duda de las mujeres que tienen múltiples facetas. Soy estudiante de medicina, farmacéutica y ahora candidata oficial al Miss Venezuela. Aprendí que los límites no existen cuando se tiene disciplina y propósito, y que el verdadero crecimiento llega cuando conviertes las dudas en impulso para seguir adelante.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
Viajaría a comunidades indígenas, especialmente al pueblo Wayú en La Guajira porque representan la raíz viva de nuestra identidad. Conectaría con su cultura aprendiendo de sus tradiciones, de su lengua, de su visión de la vida y de la naturaleza. Creo que entender nuestras raíces es la forma más poderosa de valorar quiénes somos como nación.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad lo he presenciado en los niños. Ellos, con su inocencia y pureza, son capaces de dar lo poco que tienen sin esperar nada a cambio un dibujo, una sonrisa, un abrazo sincero. Esa generosidad tan auténtica me ha inspirado a entender que la bondad más grande está en lo simple y que la verdadera riqueza no se mide en lo material, sino en la capacidad de compartir desde el corazón.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Me enorgullece ser venezolana porque nuestras mujeres representan fuerza, resiliencia y alegría en cualquier rincón del mundo. También me llena de orgullo mi tierra, el estado Falcón, un estado lleno de historia, de belleza natural y de gente trabajadora. Llevar mis raíces conmigo es un recordatorio de que Venezuela brilla a donde quiera que vayamos.
7. ¿De qué "fracaso" has aprendido una lección valiosa?
Un fracaso del que aprendí mucho fue cuando en mi camino académico no logré un objetivo que me había propuesto con gran esfuerzo. En ese momento sentí frustración, pero entendí que los fracasos no son derrotas, sino lecciones. Aprendí a ser más paciente, a confiar en el proceso y a transformar la caída en motivación para levantarme más fuerte. Hoy sé que cada tropiezo me acerca más a la mejor versión de mí misma.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Le diría que su valor no depende de lo que otros opinen, sino de lo que ella es en esencia. Que no hay mayor belleza que la autenticidad y que cada cicatriz, cada caída y cada victoria forman parte de la mujer maravillosa que puede llegar a ser. Todas tenemos un propósito único y especial: descubrirlo es la clave para brillar.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más importante me la dio mi madre: la fe y la disciplina son la base de cualquier sueño. Ella me enseñó a nunca rendirme y a confiar en que todo esfuerzo tiene su recompensa. Hoy aplico esa enseñanza en cada meta que me propongo, desde mis estudios hasta este sueño de ser Miss Venezuela.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
Para mí la belleza es esencia, es propósito y es la forma en la que impactamos en la vida de los demás. La verdadera belleza no está en lo que se ve, sino en lo que se transmite, en una sonrisa que da esperanza, en una palabra, que motiva, en un acto de amor que cambia una vida. Esa es la belleza que quiero llevar conmigo al Miss Venezuela.