1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Uno de los momentos de mi vida en los que tuve que ser resiliente y valiente fue durante mi adolescencia. Crecí sola con mi mamá y mi hermana, ya que mi papá emigró y aunque eso trajo muchos cambios, aprendí desde muy joven a adaptarme. Esta experiencia me enseñó a valorar el esfuerzo y la cotidianidad. Mi mamá fue mi ejemplo de fortaleza y gracias a ella entendí que la valentía no siempre se grita, a veces se vive en silencio. Esa experiencia me enseñó a seguir adelante a pesar de las adversidades.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
La causa social que más me apasiona es el acceso a espacios dignos y seguros para vivir, aprender y crecer. Como estudiante de arquitectura he aprendido que el diseño no es solo estética, es calidad de vida y es inclusión. Desde la plataforma Miss Venezuela, quiero impulsar proyectos que promuevan la arquitectura social, es decir espacios comunitarios y viviendas seguras y sostenibles, porque cuando transformamos el entorno, también transformamos las oportunidades de quienes lo habitan.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío que he enfrentado en mi camino hacia el Miss Venezuela ha sido aprender a creer en mí. No siempre fue fácil. Hubo momentos en los que dudé, en los que sentí que no era suficiente, pero entendí que el miedo no desaparece, se transforma. Hoy estoy aquí porque decidí creer en mí, porque entendí que los sueños no se alcanzan por perfección, sino por convicción y ese aprendizaje, más que cualquier corona, es el mayor regalo que este camino me ha dado.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
Viajaría al estado Bolívar y visitaría el parque nacional Canaima, e iría al Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo, y conectar con su cultura visitando comunidades y entendiendo porque lo pemones lo llaman Kerepakupai Vená. De igual manera, visitaría El Callao en carnavales y bailaría al ritmo del calipso, junto con las madamas y los diablos danzantes, así como también pasearía por el casco histórico colonial y visitaría el Museo de Arte de Jesús Soto.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad que he recibido son gestos cotidianos, desde mis profesores que se toman el tiempo de para ayudarme dándome tutoría, más allá de sus obligaciones demuestra una vocación que trasciende el aula. Hasta mi mamá que me ayuda y es cariño puro transformado en un café mientras me ve trasnochada haciendo una maqueta, es una forma silenciosa de decir 'yo creo en ti'. Esos actos de amabilidad me inspiran ya que muchas veces son invisibles pero fundamentales para sostener todo lo que soy y lo que estoy construyendo y me enseña a ser igual con los que lo necesitan.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Ser venezolana es una de las cosas más hermosas que me ha podido suceder. Somos personas cálidas que recibimos a todos con los brazos abiertos, somos resilientes, a pesar de las adversidades, siempre tenemos una sonrisa en nuestro rostro. Venezuela no es solo paisajes deslumbrantes, si no personas que a pesar de las dificultades tratan de buscar lo positivo de cada situación, siguen creando, soñando y apoyándose unos con los otros.
7. ¿Cuál es un "fracaso" del que has aprendido una lección valiosa?
No sé si llamarlo un "fracaso" pero fue una situación que me afectó fue el empezar a estudiar medicina y luego cambiar de carrera, lo cual me hizo perder un poco de tiempo, pero entendí que el éxito no se mide por quien llegue primero a la meta. El éxito se mide por cuán feliz eres con la decisión que tomas, hoy en día encontré mi vocación en la arquitectura y entendí que la vida es ensayo y error. Todos tenemos nuestro propio tiempo y lo importante es atreverse sin importar lo que opinen los demás.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Le diría que una vez fui esa joven y hoy soy candidata del Miss Venezuela porque decidí creer en mí. Dejando a un lado las inseguridades, entendí que todos tenemos un propósito y un valor del cual no debemos dudar, cada uno de nosotros tiene ese brillo que nos hace únicos.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más bonita que he aprendido ha sido de mi abuelo. Antes de partir al cielo me dijo que ser servicial era la forma más bonita de existir y trato de aplicar esa enseñanza en todo lo que hago, ayudando y escuchando a los demás con paciencia. Esa lección me ha enseñado que la verdadera grandeza está en lo que uno entrega, y cada vez que soy solidaria y ayudo a alguien sin esperar nada a cambio, siento que honro a mi abuelo y mantengo viva esa voz en mí.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
La belleza más allá de lo físico, es esa energía que emana de alguien que actúa con bondad, cuando escucha con atención, cuando es auténtica. Es esa forma en la que una persona trata a los demás, como transforma el dolor en fuerza. Para mí la belleza está en la generosidad como mi mamá haciéndome un café sin esperar reconocimiento, las palabras que consuelan, cuando alguien dice justo lo que necesitas escuchar, esa chispa que aparece en los ojos cuando alguien hace lo que ama.
1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
Uno de los momentos de mi vida en los que tuve que ser resiliente y valiente fue durante mi adolescencia. Crecí sola con mi mamá y mi hermana, ya que mi papá emigró y aunque eso trajo muchos cambios, aprendí desde muy joven a adaptarme. Esta experiencia me enseñó a valorar el esfuerzo y la cotidianidad. Mi mamá fue mi ejemplo de fortaleza y gracias a ella entendí que la valentía no siempre se grita, a veces se vive en silencio. Esa experiencia me enseñó a seguir adelante a pesar de las adversidades.
2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?
La causa social que más me apasiona es el acceso a espacios dignos y seguros para vivir, aprender y crecer. Como estudiante de arquitectura he aprendido que el diseño no es solo estética, es calidad de vida y es inclusión. Desde la plataforma Miss Venezuela, quiero impulsar proyectos que promuevan la arquitectura social, es decir espacios comunitarios y viviendas seguras y sostenibles, porque cuando transformamos el entorno, también transformamos las oportunidades de quienes lo habitan.
3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?
El mayor desafío que he enfrentado en mi camino hacia el Miss Venezuela ha sido aprender a creer en mí. No siempre fue fácil. Hubo momentos en los que dudé, en los que sentí que no era suficiente, pero entendí que el miedo no desaparece, se transforma. Hoy estoy aquí porque decidí creer en mí, porque entendí que los sueños no se alcanzan por perfección, sino por convicción y ese aprendizaje, más que cualquier corona, es el mayor regalo que este camino me ha dado.
4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura?
Viajaría al estado Bolívar y visitaría el parque nacional Canaima, e iría al Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo, y conectar con su cultura visitando comunidades y entendiendo porque lo pemones lo llaman Kerepakupai Vená. De igual manera, visitaría El Callao en carnavales y bailaría al ritmo del calipso, junto con las madamas y los diablos danzantes, así como también pasearía por el casco histórico colonial y visitaría el Museo de Arte de Jesús Soto.
5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?
El mayor acto de amabilidad que he recibido son gestos cotidianos, desde mis profesores que se toman el tiempo de para ayudarme dándome tutoría, más allá de sus obligaciones demuestra una vocación que trasciende el aula. Hasta mi mamá que me ayuda y es cariño puro transformado en un café mientras me ve trasnochada haciendo una maqueta, es una forma silenciosa de decir 'yo creo en ti'. Esos actos de amabilidad me inspiran ya que muchas veces son invisibles pero fundamentales para sostener todo lo que soy y lo que estoy construyendo y me enseña a ser igual con los que lo necesitan.
6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?
Ser venezolana es una de las cosas más hermosas que me ha podido suceder. Somos personas cálidas que recibimos a todos con los brazos abiertos, somos resilientes, a pesar de las adversidades, siempre tenemos una sonrisa en nuestro rostro. Venezuela no es solo paisajes deslumbrantes, si no personas que a pesar de las dificultades tratan de buscar lo positivo de cada situación, siguen creando, soñando y apoyándose unos con los otros.
7. ¿Cuál es un "fracaso" del que has aprendido una lección valiosa?
No sé si llamarlo un "fracaso" pero fue una situación que me afectó fue el empezar a estudiar medicina y luego cambiar de carrera, lo cual me hizo perder un poco de tiempo, pero entendí que el éxito no se mide por quien llegue primero a la meta. El éxito se mide por cuán feliz eres con la decisión que tomas, hoy en día encontré mi vocación en la arquitectura y entendí que la vida es ensayo y error. Todos tenemos nuestro propio tiempo y lo importante es atreverse sin importar lo que opinen los demás.
8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?
Le diría que una vez fui esa joven y hoy soy candidata del Miss Venezuela porque decidí creer en mí. Dejando a un lado las inseguridades, entendí que todos tenemos un propósito y un valor del cual no debemos dudar, cada uno de nosotros tiene ese brillo que nos hace únicos.
9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?
La lección más bonita que he aprendido ha sido de mi abuelo. Antes de partir al cielo me dijo que ser servicial era la forma más bonita de existir y trato de aplicar esa enseñanza en todo lo que hago, ayudando y escuchando a los demás con paciencia. Esa lección me ha enseñado que la verdadera grandeza está en lo que uno entrega, y cada vez que soy solidaria y ayudo a alguien sin esperar nada a cambio, siento que honro a mi abuelo y mantengo viva esa voz en mí.
10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?
La belleza más allá de lo físico, es esa energía que emana de alguien que actúa con bondad, cuando escucha con atención, cuando es auténtica. Es esa forma en la que una persona trata a los demás, como transforma el dolor en fuerza. Para mí la belleza está en la generosidad como mi mamá haciéndome un café sin esperar reconocimiento, las palabras que consuelan, cuando alguien dice justo lo que necesitas escuchar, esa chispa que aparece en los ojos cuando alguien hace lo que ama.