Auri López

Carabobo

  • Fecha de nacimiento: 28-12-1998
  • Edad: 26 años
  • Profesión/ocupación: radiólogo y presentadora de televisión
  • Hobbies: leer, viajar, conocer nuevas culturas, innovar, crear y escribir
  • Usuario de Instagram: Aurilopez
  • Usuario de TikTok: Aurilopezz

1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia? 

Uno de los momentos más desafiantes fue cuando decidí reinventarme profesionalmente en medio de una crisis personal. Sentía miedo, incertidumbre y muchas dudas, pero también una chispa interna que me decía que podía construir algo nuevo desde el amor y la convicción. Me lancé a crear proyectos con propósito, aunque no tenía todas las respuestas.

Aprendí que la valentía no siempre se ve como fuerza, a veces es simplemente seguir adelante con el corazón roto pero la mirada firme. La resiliencia me enseñó a confiar en mi capacidad de transformar el dolor en impulso, y a valorar cada paso como parte de mi evolución. Hoy, esa experiencia me recuerda que soy capaz de sostenerme incluso en medio del caos.

 

2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?

Me apasiona profundamente el bienestar emocional y físico de los niños en situación vulnerable, especialmente en comunidades de Venezuela donde el acceso a salud, educación y afecto es limitado. Creo que el amor puede ser una herramienta poderosa de transformación, y que cada niño merece sentirse visto, escuchado y protegido.

Usaría la plataforma del Miss Venezuela para visibilizar estas realidades, conectar con fundaciones locales y crear campañas que promuevan el autocuidado, la nutrición emocional y el acceso a recursos básicos. Quiero que mi voz sea puente entre quienes tienen el poder de ayudar y quienes más lo necesitan. Además, impulsaría espacios educativos y creativos donde los niños puedan expresarse, sanar y soñar porque cuando un niño se siente amado, todo su entorno florece.

 

3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia el Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?

El mayor desafío ha sido romper con los estereotipos que dicen cómo debe ser una mujer para representar belleza. Como madre, profesional y mujer sensible, he tenido que demostrar que la belleza no se limita a una edad, una talla o una historia perfecta. Este camino me ha enseñado a abrazar mi autenticidad, a no pedir permiso para brillar desde mi verdad.

Me ha hecho más empática, más fuerte y más consciente del impacto que puede tener una voz honesta en espacios públicos. Cada obstáculo me ha recordado que no estoy aquí solo para competir, sino para inspirar y que mi historia, con sus luces y sombras, puede abrir puertas para otras mujeres que también sueñan con ser vistas por lo que realmente son.

 

4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura? 

Iría a la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, para convivir con comunidades indígenas como los Yukpa. Me conmueve su conexión con la tierra, su sabiduría ancestral y su forma de resistir con dignidad. Allí me gustaría aprender de sus rituales, escuchar sus historias y participar en actividades comunitarias que honren su cultura.

Creo que la verdadera belleza está en entender y respetar lo que nos hace únicos como país. Conectarme con su forma de vida sería un acto de humildad y aprendizaje porque Venezuela no solo está en las ciudades, sino en cada rincón donde la identidad se preserva con amor y coraje.

 

5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?

Una vez, en medio de una situación económica difícil, una amiga me ofreció ayuda sin pedir explicaciones. No fue solo lo material, fue su mirada sin juicio, su abrazo silencioso y su forma de recordarme que merecía apoyo.

Ese gesto me enseñó que la verdadera amabilidad no busca reconocimiento, solo busca aliviar. Me inspiró a ser más generosa, a estar atenta a las necesidades invisibles de quienes me rodean. Desde entonces, intento replicar esa ternura en cada espacio que ocupo porque nunca sabemos cuánto puede sanar un acto de amor inesperado.

 

6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?

Me enorgullece la capacidad que tenemos los venezolanos de reinventarnos con alegría, incluso en medio de la adversidad. Nuestra creatividad, nuestra calidez y nuestra fuerza colectiva son únicas. Me llena de orgullo ver cómo, desde cualquier rincón del mundo, un venezolano lleva consigo su sabor, su música y su esperanza.

Somos resilientes, soñadores y profundamente humanos. Además, me conmueve nuestra cultura: la mezcla de raíces indígenas, africanas y europeas que nos hace tan diversos y ricos. Ser venezolana es llevar en el alma un canto de lucha y amor.

 

7. ¿De qué "fracaso" has aprendido una lección valiosa?

Una vez creé un proyecto que no tuvo el impacto que esperaba. Me sentí frustrada, dudé de mi capacidad y pensé en rendirme, pero al revisar lo que había hecho, entendí que el fracaso no estaba en el resultado, sino en la expectativa. Aprendí que cada intento es una semilla y que algunas florecen más tarde. Me enseñó a valorar el proceso, a ajustar mis estrategias y a no dejar que el miedo me paralice. Hoy sé que los "fracasos" son maestros disfrazados y que cada caída me ha dado herramientas para levantarme con más claridad y propósito.

 

8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?

Le diría que su valor no depende de cómo la miren los demás, sino de cómo aprende a mirarse a sí misma con amor. Que cada cicatriz, cada duda y cada paso en falso son parte de una historia que merece ser contada con orgullo. Le recordaría que no está sola, que muchas hemos sentido miedo, pero que el coraje nace cuando decidimos creer en nuestra luz, incluso cuando el mundo parece oscuro y, sobre todo, le diría que su autenticidad es su mayor tesoro, que no necesita encajar, sino florecer desde lo que la hace única porque cuando una mujer se abraza a sí misma, el mundo entero se transforma.

 

9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?

De mi abuela aprendí que la dignidad no se negocia, que incluso en los momentos más difíciles, uno puede caminar con la frente en alto si actúa desde el amor y la honestidad. Ella me enseñó a cuidar los detalles, a dar gracias por lo pequeño y a no perder la ternura, aunque la vida sea dura. Su sabiduría no venía de libros, sino de años de entrega silenciosa y mirada firme.

Hoy aplico esa lección en cada proyecto, en cada conversación y en cada decisión porque ser coherente con lo que siento y lo que hago es mi forma de honrar su legado.

 

10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?

La belleza para mí, es una energía que se siente antes de que se vea. Es la forma en que alguien escucha con atención, abraza con sinceridad o defiende lo que ama con valentía. Es la autenticidad que se revela cuando dejamos de pretender y empezamos a vivir desde la verdad. Es la capacidad de transformar el dolor en arte, la rabia en acción y el miedo en compasión.

Más allá del espejo, la belleza es una actitud: es elegir ser luz, incluso cuando todo parece gris. Es sembrar amor en cada espacio que habitamos.

  • Fecha de nacimiento: 28-12-1998
  • Edad: 26 años
  • Profesión/ocupación: radiólogo y presentadora de televisión
  • Hobbies: leer, viajar, conocer nuevas culturas, innovar, crear y escribir
  • Usuario de Instagram: Aurilopez
  • Usuario de TikTok: Aurilopezz

1. Describe un momento en tu vida en el que tuviste que ser valiente y resiliente. ¿Qué aprendiste de esa experiencia? 

Uno de los momentos más desafiantes fue cuando decidí reinventarme profesionalmente en medio de una crisis personal. Sentía miedo, incertidumbre y muchas dudas, pero también una chispa interna que me decía que podía construir algo nuevo desde el amor y la convicción. Me lancé a crear proyectos con propósito, aunque no tenía todas las respuestas.

Aprendí que la valentía no siempre se ve como fuerza, a veces es simplemente seguir adelante con el corazón roto pero la mirada firme. La resiliencia me enseñó a confiar en mi capacidad de transformar el dolor en impulso, y a valorar cada paso como parte de mi evolución. Hoy, esa experiencia me recuerda que soy capaz de sostenerme incluso en medio del caos.

 

2. ¿Qué causa social o ambiental te apasiona más y de qué manera usarías la plataforma del Miss Venezuela para generar un cambio real en torno a ella?

Me apasiona profundamente el bienestar emocional y físico de los niños en situación vulnerable, especialmente en comunidades de Venezuela donde el acceso a salud, educación y afecto es limitado. Creo que el amor puede ser una herramienta poderosa de transformación, y que cada niño merece sentirse visto, escuchado y protegido.

Usaría la plataforma del Miss Venezuela para visibilizar estas realidades, conectar con fundaciones locales y crear campañas que promuevan el autocuidado, la nutrición emocional y el acceso a recursos básicos. Quiero que mi voz sea puente entre quienes tienen el poder de ayudar y quienes más lo necesitan. Además, impulsaría espacios educativos y creativos donde los niños puedan expresarse, sanar y soñar porque cuando un niño se siente amado, todo su entorno florece.

 

3. ¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado hasta ahora en tu camino hacia el Miss Venezuela y cómo te ha hecho crecer como persona?

El mayor desafío ha sido romper con los estereotipos que dicen cómo debe ser una mujer para representar belleza. Como madre, profesional y mujer sensible, he tenido que demostrar que la belleza no se limita a una edad, una talla o una historia perfecta. Este camino me ha enseñado a abrazar mi autenticidad, a no pedir permiso para brillar desde mi verdad.

Me ha hecho más empática, más fuerte y más consciente del impacto que puede tener una voz honesta en espacios públicos. Cada obstáculo me ha recordado que no estoy aquí solo para competir, sino para inspirar y que mi historia, con sus luces y sombras, puede abrir puertas para otras mujeres que también sueñan con ser vistas por lo que realmente son.

 

4. Si tuvieras la oportunidad de viajar a cualquier rincón de Venezuela: ¿a dónde irías y qué harías para conectarte con su cultura? 

Iría a la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, para convivir con comunidades indígenas como los Yukpa. Me conmueve su conexión con la tierra, su sabiduría ancestral y su forma de resistir con dignidad. Allí me gustaría aprender de sus rituales, escuchar sus historias y participar en actividades comunitarias que honren su cultura.

Creo que la verdadera belleza está en entender y respetar lo que nos hace únicos como país. Conectarme con su forma de vida sería un acto de humildad y aprendizaje porque Venezuela no solo está en las ciudades, sino en cada rincón donde la identidad se preserva con amor y coraje.

 

5. ¿Cuál ha sido el mayor acto de amabilidad que has recibido o presenciado y cómo te ha inspirado?

Una vez, en medio de una situación económica difícil, una amiga me ofreció ayuda sin pedir explicaciones. No fue solo lo material, fue su mirada sin juicio, su abrazo silencioso y su forma de recordarme que merecía apoyo.

Ese gesto me enseñó que la verdadera amabilidad no busca reconocimiento, solo busca aliviar. Me inspiró a ser más generosa, a estar atenta a las necesidades invisibles de quienes me rodean. Desde entonces, intento replicar esa ternura en cada espacio que ocupo porque nunca sabemos cuánto puede sanar un acto de amor inesperado.

 

6. ¿Qué es lo que más te enorgullece de ser venezolana?

Me enorgullece la capacidad que tenemos los venezolanos de reinventarnos con alegría, incluso en medio de la adversidad. Nuestra creatividad, nuestra calidez y nuestra fuerza colectiva son únicas. Me llena de orgullo ver cómo, desde cualquier rincón del mundo, un venezolano lleva consigo su sabor, su música y su esperanza.

Somos resilientes, soñadores y profundamente humanos. Además, me conmueve nuestra cultura: la mezcla de raíces indígenas, africanas y europeas que nos hace tan diversos y ricos. Ser venezolana es llevar en el alma un canto de lucha y amor.

 

7. ¿De qué "fracaso" has aprendido una lección valiosa?

Una vez creé un proyecto que no tuvo el impacto que esperaba. Me sentí frustrada, dudé de mi capacidad y pensé en rendirme, pero al revisar lo que había hecho, entendí que el fracaso no estaba en el resultado, sino en la expectativa. Aprendí que cada intento es una semilla y que algunas florecen más tarde. Me enseñó a valorar el proceso, a ajustar mis estrategias y a no dejar que el miedo me paralice. Hoy sé que los "fracasos" son maestros disfrazados y que cada caída me ha dado herramientas para levantarme con más claridad y propósito.

 

8. ¿Qué consejo le darías a una joven que se siente insegura o que duda de su propio valor?

Le diría que su valor no depende de cómo la miren los demás, sino de cómo aprende a mirarse a sí misma con amor. Que cada cicatriz, cada duda y cada paso en falso son parte de una historia que merece ser contada con orgullo. Le recordaría que no está sola, que muchas hemos sentido miedo, pero que el coraje nace cuando decidimos creer en nuestra luz, incluso cuando el mundo parece oscuro y, sobre todo, le diría que su autenticidad es su mayor tesoro, que no necesita encajar, sino florecer desde lo que la hace única porque cuando una mujer se abraza a sí misma, el mundo entero se transforma.

 

9. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido de una persona mayor en tu vida y cómo la aplicas hoy?

De mi abuela aprendí que la dignidad no se negocia, que incluso en los momentos más difíciles, uno puede caminar con la frente en alto si actúa desde el amor y la honestidad. Ella me enseñó a cuidar los detalles, a dar gracias por lo pequeño y a no perder la ternura, aunque la vida sea dura. Su sabiduría no venía de libros, sino de años de entrega silenciosa y mirada firme.

Hoy aplico esa lección en cada proyecto, en cada conversación y en cada decisión porque ser coherente con lo que siento y lo que hago es mi forma de honrar su legado.

 

10. ¿Qué representa la belleza para ti, más allá de la apariencia física?

La belleza para mí, es una energía que se siente antes de que se vea. Es la forma en que alguien escucha con atención, abraza con sinceridad o defiende lo que ama con valentía. Es la autenticidad que se revela cuando dejamos de pretender y empezamos a vivir desde la verdad. Es la capacidad de transformar el dolor en arte, la rabia en acción y el miedo en compasión.

Más allá del espejo, la belleza es una actitud: es elegir ser luz, incluso cuando todo parece gris. Es sembrar amor en cada espacio que habitamos.